lo NO perfecto

Si todo fuera perfecto, estaría con muchas personas en este momento. Personas muy importantes que han hecho que esta última semana haya sido más difícil que de costumbre. Porque no extrañarlas es literalmente imposible.
Pero el otro día, durante una excesivamente fome mañana de ventas de tickets en SilverStar, el lift más aburrido de Park City, me puse a pensar en todas las situaciones que he vivido en este país y quién sería la persona más indicada para acompañarme en dicho momento.

- Con la Penko, me habría gustado caminar en el hielo. Así habría tenido horas de carcajadas, viéndola patinar y caer en reiteradas ocasiones. (con marraqueta y gritos chistosos incluidos)
Seríamos fans de los monitos de nieve y de los gringos ricos que merodean por el resort.
- Con la Dari habríamos hecho dedo por Park Avenue a las 2 de la mañana. Obvio que nos habríamos subido sin miedo al auto de los mexicanos.
-Con la Java habríamos sido colegas, así ella jugaría con los dólares, pasaría tarjetas y contaría tickets, así habría hecho su sueño realidad. También caminaríamos por los outlets y yo le habría quitado la tarjeta para que no se llevara todo de las tiendas.
- Con la Javi viviríamos en los cafés, Starbucks y sus derivados. Ahí conversaríamos horas y también miraríamos a los gringos y nos reiríamos de lo que dicen y hacen. Dormiríamos en exceso, obvio que con pijamas muy sexys jajaja (te quiero). También habríamos visto muchas películas del Sundance.
- La Andrea obvio que sería la reina de la montaña. Con ella aprender snowboard sería mucho más fácil y menos doloroso. También caminar y comer comida chatarra sería mucho más entretenido y llorar también más cómodo.
- Con Carry habríamos pelado y peleado bastante. Es que somos un amor alternativo. Estaría con un tímpano menos por sus gritos mientras caminara por la nieve. El otro lo habría perdido mientras estuviera aprendiendo a esquiar.
-Con Mandi habríamos ido a todas las tocatas del Sundance, escucharíamos tanta música que no tendríamos vida quizás, también habríamos caminado mucho y hablaríamos horas sentadas en la punta de la montaña, por miedo a tirarnos en el snowboard.

Me faltan tantas personas con las que también viviría momentos geniales, pero como no todo puede ser perfecto, tendré que esperar un par de meses para poder contárselos...
los quiero