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jueves, 29 de noviembre de 2007

El pueblo despide a su pastor

Alvaro Hoppe, 1986
Funeral del Padre Andre Jarlan, asesinado por la bala de un policía en La Victoria


Cuando el Padre André Jarlan decidió subir a su pieza a leer la Biblia, es muy probable que haya estado pensando en su pueblo, en sus queridos amigos de la población La Victoria. Y que en eso se le haya ido la vida.

La población siempre se ha caracterizado por ser muy conflictiva. Tanto hombres como mujeres, adultos y jóvenes sienten un profundo apego por los movimientos sociales. Cada vez que tienen la oportunidad se manifiestan. Y ese 4 de septiembre no fue la excepción. Pero nunca nadie pensó en aquella bala asesina que provenía del arma de un carabinero.

El funeral del Padre Jarlan fue multitudinario, convocó a miles de personas que en la Catedral de Santiago y Plaza de Armas esperaban llenos de dolor e impotencia el cuerpo del malogrado sacerdote. Pues para ellos, el cura francés significó mucho en sus vidas ya que con fe y dedicación, este logró entrar en la fibra de muchos en la población, en especial en los jóvenes que a esas alturas se encontraban envueltos en los ideales revolucionarios que muchas veces los cegaban. Pero su principal preocupación fueron los jóvenes de La Victoria, a los que dedicó un especial esfuerzo por demostrarles que con tesón todo es posible.

Ese día la pena y la rabia se mezclaron. En la población partió la marcha de miles de personas que con banderas, fotos del sacerdote y pañuelos se encaminó a Plaza de Armas. Fueron horas de caminar por las calles de Santiago, enrostrándole a las autoridades que en la población había más que rabia, una serie de ideales que día a día se veían violados por la fuerza pública.

En aquella marcha de despedida, quedó claro que el pueblo estaba más unido que nunca. Todos tomados de los brazos, haciendo una verdadera pared humana que se movía hacia el centro de la capital. Trabajadores de la construcción, empleadas domésticas, adolescentes y drogadictos, entre otros, encabezaron la triste caminata, formando un sólo cuerpo. Cantaron desde consignas políticas hasta lemas religiosos, rezaron rosarios y lloraron a su pastor, ante un país que también sentía la pérdida. Porque en ese momento no importaron las inclinaciones políticas, pues la injusticia estaba presente de una manera innegable. Un hombre que había llegado de otro país a traer la paz había sido injustamente asesinado, mientras leía el Salmo 129 rezando por los hombres que afuera luchaban había sido asesinado y eso hirió en lo más profundo a los pobladores.

La procesión llegó a la Plaza de Armas en donde fue recibida por cientos de personas que de temprano se agolparon en el lugar. Todos con pañuelos blancos despidieron el cuerpo del sacerdote que después de la misa, fue llevado a su país de origen.

Hoy, 21 años después del terrible episodio, la población continúa recordando a su pastor, que murió como uno de ellos.

por Mónica San Martín

* Foto extraída de la exposición Chile from within

jueves, 8 de noviembre de 2007

El día en que me cansé

Hay días en que sin darnos cuenta...nos cansamos. Quizás de la cotidianidad, o porque el aburrimiento es inherente al ser humano.

Aquí va un punteo de mis días de cansancio:

- El día en que me cansé de mirar en la página de la Feria del Disco si quedé en alguna sucursal.
- El día en que me cansé de buscar a mis amigas para salir los fines de semana.
- El día en que me cansé de soñar con un patio bonito.
- El día en que me cansé de anhelar la carrera perfecta.
- El día en que me cansé de Eje.
- El día en que me cansé de llegar en micro a los carretes.
- El día en que me cansé de tratar de escuchar Cd`s en mi equipo.
- El día en que me cansé de escribir cartas para el día de la amistad.
- El día en que me cansé de no andar con encendedor en el bolso.
- El día en que me cansé de subir a la Pacha a mi cama.
- El día en que me cansé de mi diario de vida.
- El día en que me cansé de vacacionar en Tongoy.
- El día en que me cansé de pensar en tener alguna oportunidad con él.
- El día en que me cansé de rallar mi puerta.
- El día en que me cansé de las velas en mi pieza.
- El día en que me cansé de los Backstreet Boys.
- El día en que me cansé de que el mito no fuera leyenda.
- El día en que me cansé de estar siempre en estado conectado en messenger
- El día en que me cansé de querer volver al pasado.
- El día en que me cansé de salir a bailar.
- El día en que me cansé de llamar cuando estoy con alcohol.

Y finalmente:

- El día en que me cansé de no haber escrito esto antes por pensar en el qué dirán.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Octubre: más que 20 años

Siempre me ha gustado este mes, desde chica. Claramente el motivo es obvio; ¿A qué niño no le gusta el mes de su cumpleaños?. Pero este año octubre me dio más que 20 años.
Hubo una serie de cosas o eventos, que me dieron buenos motivos para terminar el mes con una sonrisa de oreja a oreja.

- Conciertos: Qué mes más musical!. 4 conciertos en 3 semanas...perfecto! Incubus x 2, PapaNegro y Soda Stereo.

- Pega: Llegó el momento. Trabajé y recibí el primer sueldo de mi vida. Fueron sólo 9 días,pero que estuvieron marcados de mil anécdotas. Plaza de Armas se transformó en el lugar más fuera de lugar de Santiago y tuve 9 días para aplanar sus calles con mis volantes. Y esas 36 lucas me llenaron completamente, millonaria literalmente.

- Solemnes: La importancia del último round solemnéstico del año recae simplemente en que me dio la oportunidad de saber bien quienes están a mi alrededor en ese extraño edificio de Vergara. Y la sorpresa fue perfecta. Hay un grupo de personas de esa facultad que valen oro y que recién en este mes fui capaz de notarlo y valorarlo. Pasar noches en vela tragando café y humo fue más fácil de soportar con ustedes a mi lado.

- 20 =) : Perfectos...sólo eso.

Te fuiste octubre, demórate harto que no quiero seguir creciendo!



La foto es de anoche, despidiendo el mes como dios manda, fiesta Halloween donde Tito. La muñeca, la negra, Sarita Mellafe y Yin Yan